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En el corazón de Formentera, rodeada de naturaleza salvaje y una luz que parece teñirlo todo con suavidad, Simona Colzi – alma creativa detrás de Sabi, Arte Botánico – nos abre las puertas de su universo. Su historia es la de una mujer que ha tejido, literalmente, su vida entre hilos, plantas y paisajes. Desde su infancia en el campo toscano hasta su consolidación como artista textil en la isla balear, cada paso de su recorrido está profundamente enraizado en la naturaleza, su maestra.

 

 

Sabi Simona.naturaleza - Sabi : el arte botánico que respira Formentera - Pearls Magazine

Raíces textiles y sensibilidad botánica

 

“Soy Simona Colzi. Nací en Florencia y crecí en un pequeño pueblo en el campo cerca de allí”, nos cuenta la artista ya entonces impregnada por la naturaleza. Desde muy joven, la tradición textil corrió por sus venas: “Vengo de una familia con tradición textil artesanal. Mis padres tenían una pequeña empresa de fabricación, y casi todas las mujeres de mi familia hacían los típicos labores de casa con ganchillo, agujas y bordados. Siempre estaban bordando, tejiendo, cosiendo”.

No sorprende, entonces, que desde muy pronto Simona comenzara a crear por su cuenta. Primero accesorios de moda, luego decoración para el hogar, hasta que el camino la llevó a descubrir una conexión aún más profunda: el arte botánico aplicado al textil.

 

Sabi Simona.Formentera - Sabi : el arte botánico que respira Formentera - Pearls Magazine

La naturaleza como maestra

 

La relación de Simona con la naturaleza no es circunstancial, es esencial. “Me he criado en el campo y siempre he estado muy conectada con ella. Ahora, viviendo en una casa en Formentera y trabajando directamente con las plantas, esta conexión es más intensa que nunca”.

Alejado de fórmulas rígidas, su proceso creativo es casi alquímico. «Tiño y estampo las telas de una forma muy artística. Mi proceso se aleja del método tradicional, donde se calculan con precisión las cantidades de plantas y tejidos para lograr colores específicos. En cambio, suelo mezclar los ingredientes de manera intuitiva, casi al azar, por lo que cada resultado es único e irrepetible.»

Primero prepara las telas con mordientes naturales, luego las tiñe y estampa utilizando únicamente plantas silvestres recolectadas en la isla. El resultado: prendas que no solo se visten, se sienten. Telas cien por cien naturales – principalmente seda, aunque también lino y algodón- que se transforman en arte, en tapices, en cuadros y, por supuesto, en piezas de vestir que cuentan historias.

 

Sabi Simona.tienda - Sabi : el arte botánico que respira Formentera - Pearls Magazine

Moda con espíritu

 

¿Quiénes son las personas que eligen vestir una creación de Sabi? Simona lo tiene claro: “Mujeres con una gran sensibilidad hacia el arte, la naturaleza, lo auténtico… Mujeres que buscan calidad, originalidad y que quieren sentirse únicas”. Su clientela valora no solo la estética, sino también el proceso consciente detrás de cada pieza. Son mujeres que comprenden que la moda también puede ser una extensión del alma.

 

Sabi Simona - Sabi : el arte botánico que respira Formentera - Pearls Magazine

Formentera como musa constante

 

Hablar de Sabi sin hablar de Formentera sería imposible. “Todo mi trabajo está enteramente influenciado por la isla y su energía. Por cómo vivo aquí, por mi respeto a la naturaleza, por la belleza que me rodea”. La isla no solo inspira, también enseña: a observar, a respetar, a devolver. “Todo lo bueno que me da esta tierra, intento devolverlo con mi trabajo, mostrando su belleza en cada detalle: en una diminuta hoja, en una flor.”

Para Simona, el arte botánico no es una técnica, es una forma de vida. Reconciliar al ser humano con la naturaleza, dice, comienza por pasar tiempo en ella, conectarse y aprender a vivir a su ritmo. Es una invitación a mirar de nuevo, con atención, con respeto, con amor.

 

Simona Colzi.formentera - Sabi : el arte botánico que respira Formentera - Pearls Magazine

El futuro : sin prisa, pero con intención

 

Aunque no es de planificar a largo plazo, Simona sueña con seguir compartiendo su mundo a través de nuevos espacios. “Me gustaría seguir con Sabi como espacio de exposición, junto a otros artistas y artesanos que compartan esta filosofía de vida. También quiero organizar talleres y pop-ups donde podamos crear en vivo, juntos, en comunidad”.

En un mundo que corre, Simona camina. En un mercado saturado de lo rápido y lo uniforme, ella ofrece piezas que respiran autenticidad, calma y belleza natural. Con Sabi, el arte botánico deja de ser solo técnica para convertirse en experiencia. Y quizás, en camino de regreso a lo esencial.

Texto : Simona Colzi / Anne-Sophie Castro

Fotos : Sabi

Sitio web de Simona Colzi

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