¿Pueden las algas ayudar a reducir el impacto negativo de la moda en el medio
ambiente? Inland Sea, una firma de moda creada en 2017 en Mánchester para
concienciar sobre la contaminación por plástico, piensa que sí. Además de ser unas
maravillosas plantas para la cosmética natural, las algas también pueden convertirse
en fibras para nuestra ropa.
Adam Costello, el fundador de Inland Sea, se encontró rodeado de plástico y quiso
hacer algo al respecto: «Como ciudadano, el plástico está por todas partes: se derrama
de las papeleras, se vierte en las aceras y se amontona en las estanterías de las tiendas
de alimentación. Como paso la mayor parte de mi tiempo libre haciendo surf, sabía
muy bien dónde acababa todo ese plástico: en el mar. Frustrado por los medios de
comunicación, que siempre han pregonado modelos capitalistas codiciosos y
destructores del planeta, sin tener apenas en cuenta que la ropa que llevamos es
destructiva y arruina la naturaleza, invertir en un futuro más verde y prohibir el uso de
materiales nocivos como el poliéster se convirtió en mi proyecto personal», explica.
Las algas, la planta marina más poderosa que reduce el daño medioambiental de la industria de la moda
Tras descubrir que las algas marinas podían utilizarse para fabricar ropa, Inland Sea,
lanzó una operación de crowdfunding en 2021 y produjo con éxito una gama de
camisetas utilizando SeaCell™, un material que contiene algas marinas.
En 2022 nos asociamos con la empresa alemana Smartfibre, que produce SeaCell™. Ahora nos hemos convertido en los primeros del Reino Unido en hilar SeaCell™ para crear nuestro propio tejido.
Aunque SeaCell™ no está hecho al 100 por ciento de alga marina, es un punto de
partida para ver cómo mejorar la producción de artículos de moda de una forma más
ética y responsable. Actualmente se está innovando para crear hilos de algas al 100
por ciento que, cuando estén listos, podrán introducirse en las colecciones de Inland
Sea.
¿Cuáles son las propiedades (insospechadas) de las algas marinas?
En primer lugar, pueden absorber hasta 20 veces más dióxido de carbono (CO2) que un
bosque terrestre equivalente. En segundo lugar, no necesitan tierra, productos
químicos, pesticidas ni agua para crecer. Además, el subproducto puede utilizarse
como fertilizante, biocombustible e incluso convertirse en papel. Por último, crecen en
abundancia y a un ritmo increíble, algunas especies de kelp (macroalgas marrones que
crecen en aguas templadas y árticas) y pueden crecer hasta 50 centímetros al día.
¿Qué es el Seacell?
Al hilar el SeaCell™ con un «super» algodón neutro en carbono totalmente trazable se
crea el SeaBlend®, un tejido suave que evacua la humedad de forma natural. Es
antioxidante y completamente libre de plástico.
El SeaCell, al igual que el LyoCell, es una fibra sintética 100 por ciento biodegradable.
Sin embargo, el SeaCell se fabrica a partir de algas marinas, además de celulosa de
madera. Es uno de los tejidos más sostenibles porque requiere muy poca agua y
ningún fertilizante. Lo mejor es que estas propiedades naturales de las algas son muy
beneficiosas para la piel, ya que aportan antioxidantes y protección contra los radicales
libres.
Fotos: Clare James
